El trabajo con las familias en Atención Temprana es de suma importancia si se busca un mejor desarrollo y crecimiento para los niños con alguna dificultad. Esto se debe a que los padres son considerados participantes activos del proceso educativo y rehabilitador de sus hijos, ya que son aquellas personas que están con él desde el momento de su nacimiento y forman parte de todas las actividades sociales que forman parte de su entorno principal.
Los profesionales dispuestos a trabajar con un niño varias veces por semana, pueden tener la mejor intención del mundo, pero sigue sin ser la persona con la que el niño pasa la mayor parte de sus días. Los profesionales deben enfocarse en primer lugar en los padres, ofrecerles su ayuda aportándoles todos los recursos e información que ellos necesiten. Los padres deben entender la importancia de su participación en el desarrollo del niño, deben conocer a fondo las razones de por qué su comportamiento frente a sus hijos tiene gran influencia en la manera en que se comportarán ellos. Deben darse cuenta que para que los resultados sean positivos y se observen muchos más cambios, el trabajo debe ser en conjunto entre ellos y el profesional.
El objetivo principal de este tipo de servicio es que los padres se encuentren capacitado para funcionar de manera efectiva en sus contextos sociales, brindando la ayuda necesaria para sus propios hijos. Este servicio describe a la familia como una unidad de apoyo que toman sus propias decisiones acerca de cualquier aspecto relacionado con su hijo y su dificultad, es decir, es un servicio que permite a las familias a enfocarse en sus fortalezas y en darse cuenta que con una apropiada capacitación, ellos son capaces de ayudar a sus hijos por sí solos.
Dentro de esta capacitación, el profesional debe saber de qué manera relacionarse con cada familia, para así demostrar confianza acerca de su trabajo en conjunto y la colaboración por ambos lados. Para poder lograr este tipo de relación, debe existir una buena comunicación profesional y amistosa, debe existir respeto entre ellos, deben comprometerse tanto la familia como el profesional y debe existir confianza de que van a tener resultados beneficiosos para todos.
Las familias son el núcleo que engloba el entorno del niño, y ahora con este tipo de servicio se quiere lograr que con la ayuda de los profesionales, la familia se convierta en el núcleo de la intervención. Hay que comprender que sin la ayuda y participación de la familia, aun así con toda la experiencia que se pueda tener, el profesional puede llegar a no tener resultados positivos. La familia debe participar para poder mejorar mucho más la calidad de vida del niño y lograr muchos avances en su desarrollo.
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